sábado, 23 de agosto de 2014

Cuando el hermano mayor pesa 2 kg y tiene 4 patas

Se avecinan cambios en la casa. Se avecinan cambios y lo saben muchos de los aparatos que hoy encuentras por los rincones de nuestro hogar.

Lo sabe la XBOX, a la que parece esperarle un tiempo de reposo.

Lo sabe la cocina, que ya va haciendo hueco para biberones, leches, lavanosequé, filtranosecuanto,...

Lo sabe la habitación turquesa, que ha cambiado su nombre tras una árdua tarea de búsqueda y selección de papel pintado que la ha convertido en la habitación rosa, más suave y acogedor para la criatura.

Pero sobre todo, el que lo sabe y se ve venir que algo está pasando es Mofli, nuestro Yorkshire, que hasta hoy ha sido el niño de la casa... Si D se sienta en el sofá, allí va él (nada nuevo)... pero ahora no se separa de la barriga. Él sabe que algo pasa, y mira la ropa de la criatura con estupor e incredulidad. Pobre, por si acaso la criatura en un futuro le tira de las coletas, él ya le ha dejado de ir algún que otro saltito en la barriga de mami...

Y lo que creo que no sabe es que será el mayor; que defenderá a la peque a capa y espada lo tenemos claro, tan claro como que seguro que viene el listo/a de turno a decirnos que el perro no se suba en el sofá con la niña, que no la huela, que no se le acerque,...

Acorde a todo lo leído sobre el tema, podemos establecer varios consejos básicos cuando llega un bebé a casa para que el perro establezca la relación familiar:

- Tras el nacimiento y antes de traer al nuevo miembro de la familia a casa es importante darle a oler al perro prendas de ropa del bebé para que se acostumbre a su presencia y cuando la vea entrar por la puerta ya sepa quien es. Así se acostumbrará a los nuevos olores con los que tendrá que convivir.

- A la llegada del bebé a casa, también llegará la mami, que ha estado varios días sin ver al perro, por lo que éste estará ansioso por verla. Ese momento es clave. El perro estará nervioso, por lo que la presentación del bebé al perro tendremos que hacerla justo después de que salude a la mami, para darle a entender que el nuevo miembro no se interpone entre ellos dos, sino que es uno más.

- Acercar el perro al bebé para que lo huela, él necesita saber que eso que lo despertará por las noches no es nada ofensivo. Querrá  olerlo... y debemos dejar que lo haga.

- Y, sobretodo, hay que seguir con la rutina de los paseos, continuar su horario lo mejor que se pueda. No olvidemos que el perro lleva tiempo en la casa y no querrá que sus hábitos cambien demasiado. Si lo hacen, encontrará un culpable rápidamente: el bebé. 

Seguiré leyendo acerca de traer pañales a casa antes de su llegada, de acercarle ropa,... porque ahora toca educar la convivencia perro-peque que se avecina... y más adelante educar al bebé a convivir con el perro, que no es un jueguete, pero eso en otro post.